Hablamos de fútbol con

MAURICIO PELLEGRINO

Entrenador del Alavés

Mauricio Pellegrino nació en Leones (Córdoba, Argentina) el 5 de octubre de 1971. Tras destacar como central en Vélez Sarsfield y tras ocho temporadas, vino a europa a las filas del Barcelona, en calidad de cedido hasta que fue traspasado al Valencia, donde estuvo 5 temporadas. Tras un breve paso por el Liverpool (fue el primer argentino en jugar allí), se retiró como jugador del Alavés, club del que ahora es entrenador.

Cuando en fútbol pisas los terrenos de la gente que está en la élite normalmente hay que ir preparado. Con Mauricio Pellegrino las dos veces que he hablado con él ha sido distinto; sabe que conozco los datos y a todos los jugadores de su plantilla y hablamos largo y tendido de fútbol sin colchón y de forma directa. Asegura que no le gusta hablar de manera individual de sus jugadores, pero con nosotros ha accedido a repasar algunos nombres, además de su trayectoria profesional.

 

RS  |Vitoria

Acaba de terminar el entrenamiento en las instalaciones de Ibaia y Mauricio nos recibe en su despacho. Luego nos ha invitado a comer con la plantilla.

Naces en Leones, Argentina, hace 45 años. Yo nací en una zona rural y agrícola. Mi padre al campo, mi madre modista y yo con ocho años en Leones descubrí la pelota.

¿Lo de “flaco” de donde viene? En Argentina decir eso es como aquí chaval. Aparte yo era muy delgaducho.

Fuiste jugador de Vélez ocho temporadas. ¿Cómo es un club de barrio de Buenos Aires, sin ser Boca o River? Es un poco como acá...Como le sucede al Getafe con el Madrid o el Atlético, o aquí con el Alavés, que toda la atención se la llevan los grandes. En lo personal, el ir de mi pueblo a Buenos Aires supuso un gran cambio y con diecisiete años fue mi escuela de vida. Vélez me dio de comer, me educó y me dio la oportunidad de ser profesional. Por lo demás, es club ubicado en una zona muy linda, con todas las actividades deportivas y en esta época conseguimos muchos triunfos.

Después llegas al Barsa y estás un año, quedando campeón de Liga. ¿Con quién coincides en el club catalán? Tuve de entrenador a Van Gaal. Fue una experiencia maravillosa; el llegar a Europa, cuando por aquel entonces había menos información de todo, y recibir la ayuda personal de todos mis compañeros: Abelardo, Guardiola, Luis Enrique, Sergi... muy buena gente. Esa etapa me abriría las puertas del Valencia.

Háblame de esa etapa en el Valencia. Estuve casi seis temporadas y fue mi mejor época. Yo creo que la edad donde mejor está un jugador es de los veintisiete a los treinta y uno, treinta y dos años. Es la edad de madurez y de saber de tu profesión.

Por último, viviste una corta experiencia en Liverpool y otra también corta en el Alavés antes de tu retirada. Corta, pero fue una experiencia muy bonita la que viví en Liverpool y conservo un buen recuerdo. Luego llegué a un Alavés que pasaba  una mala época y hubo mucho lio extradeportivo. Tuve una retirada difícil porque yo no dejé el fútbol, fue el fútbol que me retiró a mí; yo quería seguir jugando y no estaba preparado para dejarlo.

¿Tus primeros pasos como entrenador fueron en la cantera del Valencia? No exactamente. Antes de eso estuve en el L´Eliana, un municipio pegado a Valencia. Veía equipos de chavales y pregunté si había un equipo para mí. Tenía el carnet de entrenador, pero hasta que no comienzas no sabes si te gusta ni si vales. Esa experiencia es la que me sirvió para llegar al Valencia, donde durante años aprendo de muchos entrenadores, entre ellos Pepe Claramunt, un gran sabio.

¿Quién era tu modelo como entrenador? Saqué de cada entrenador que tuve... pero Rafa Benítez es con quien más aprendí los fundamentos del fútbol, entendí el fútbol de otra manera, también en cómo enseñarlo, no solo con preguntas sino con respuestas. Preguntarle a ese jugador ¿Has estado mejor hoy entrenando que ayer ¿por qué? ¿Cómo estás más cómodo para marcar a ese jugador? ¿Estás más cómodo unos pasos más atrás o más adelante? En el Barcelona tuve a Van Gaal que era completamente distinto y te decía “Línea defensiva en el centro del campo y seguro que nos van a crear un par de mano a mano, alguno irá fuera.” Claro, esperaba luego marcar cinco. Eero ese era solo el fútbol del Barcelona.

Después te marchas al Liverpool como segundo de Benitez. Ese era mi primer paso como entrenador ya profesional y fue un verdadero máster con Rafa. Dirigir los entrenamientos, planificar, saber porqué cada día se entrena una cosa, manejar los tiempos... Y tratar de entender a los jugadores, saber que son personas que juegan al fútbol y que no son máquinas.

Tu debut como primer entrenador fue sustituyendo a Emery en el Valencia. ¿Cómo lo viviste? Entrenar al Valencia era el sueño de mi vida. Como jugador yo me sentaba en el banquillo y miraba al estadio y me decía “Este es mi sueño”. Ese sueño duró cinco meses y me ayudó a ver y entender el fútbol en otra dimensión. Mira Manolo, entre un entrenador en la élite y uno que esté en el sofá de su casa puede haber dos tiros que han ido al palo de diferencia. Ahora estoy en el Alavés y tengo que disfrutar de esto y no me importa un carajo los demás equipos. El año que viene puedo estar en la Premier, aquí o en mi casa sin equipo.

Hay grandes entrenadores que se pierden, ¿verdad? ¡Sin duda! La gente con la que estudié en el curso de entrenadores, tenían los conocimientos y la capacidad, y sin embargo no han tenido la posibilidad de tener un equipo en Preferente. Se dice que de fútbol se sabe poco, pero de fútbol en España se sabe mucho, porque hay un gran nivel de profesores y de formadores. El gran éxito del fútbol español radica en eso y para el resto del fútbol mundial el modelo en el que fijarse está en España.

Luego marchas a Estudiantes. ¿Qué te encuentras allí? En pocos sitios del mundo hay tanta mentalidad de trabajo. Cada sesión de trabajo es un disfrute porque tienes que frenar a los jugadores, que van y van... En otros lugares lo normal es tener que motivar. En lo deportivo fue una época difícil peleando por salir del descenso. Pero también aparecieron una serie de chavales de la cantera como Rulli, Correa el del Sevilla, Carrillo, un delantero del Mónaco, Zapata que lo compró el Napoles... Todos esos son jugadores de la cantera del Estudiantes, que el club vendió por más de 40 millones de euros. También es escuela de entrenadores: Bilardo, Savela, Zubeldia... Estudiantes es fútbol.

Y de ahí marchas a Independiente. Independiente es un grande, hicimos una gran primera parte de torneo y en la segunda fase se crearon unas expectativas que no se cumplieron y tuvimos que salir.

¿Y cómo llegas al Alavés? Yo siempre comentaba a mis ayudantes que sería un lugar idóneo para trabajar. Siendo yo jugador del Alavés descendimos y salimos vitoreados de la cancha, por eso en mi presentación dije “Vengo a pagar una deuda”. Era la época de Piterman, con muchos problemas, pero esta afición, la ciudad y este club tenía grandes posibilidades.

¿Estar entre los diez primeros y ser finalista de la Copa del Rey es como para estar contento? El éxito de la temporada es tener ahora cuarenta puntos. La Copa del Rey es un regalo del fútbol, pero ahora lo principal es consolidar el equipo en Primera División unas temporadas y con lo que se cobra de derechos de televisión fortalecer el club. Estructura, formación de entrenadores, trabajar la cantera, estadio, instalaciones. Puede que un año bajes, pero si se hacen los deberes, el club podrá afrontar los momentos complicados.

«Estar unos años en Primera serviría para dar una vuelta completa al club»

¿Podrías valorar a algunos de tus jugadores? Empecemos por Pacheco. De acuerdo, aunque diré que no me gusta hablar de invidualidades, prefiero analizar colectivamente. En cualquier caso, Pacheco ya era un baluarte la temporada pasada y tiene que seguir creciendo.

Kiko Femenia y Theo, tus laterales más titulares. Lo de Kiko es más acierto de Sergio Fernández que mío. Puede ser un buen lateral y ahí está su temporada. En cuanto a Theo pues ahora ya ves que lo quiere toda Europa.

Parece que La Guardia se ha hecho “sheriff”. Y lo acompañas con Feddal, Alexis y Ely. Los equipos se arman solos; el tener dos laterales como Kiko y Theo te obliga a tener unos centrales con diferentes características. La Guardia a nivel defensivo sostiene los duelos, he empleado a todos y este último chico Ely, que ha llegado en el mercado de invierno, también nos está aportando muchas cosas aun siendo tan joven.

Durante la temporada has alternado en las bandas a Eggar, Ibai, Toquero, Sobrino, y ahora también a Oscar Romero y Kataly ¿Por qué? Porque tenemos seis jugadores para dos puestos y nuestro juego en banda tiene mucho desgaste. Ahí es donde nosotros podemos cambiar el partido porque todos son diferentes... Mira, tenemos dos delanteros que aunque los cambies son parecidos y acertados en el día o no, no cambian el partido. Nuestros jugadores de banda sí.

Sin embargo, Llorente y Manu García parece que son fijos. Nosotros defendemos con un cuatro-cuatro-dos y atacamos con un cuatro-tres-tres, porque Llorente necesita estar solo para iniciar el juego y entonces Manu y Camarasa se van arriba porque tienen mucha llegada.

¿Hay un salto de compromiso de Camarasa? Mi concepto de los medios volantes es el siguiente: uno defensivo, uno mixto que es el que tiene que saber defender, crear y atacar y el media punta que tiene que saber ejecutar esa última jugada y aportar llegada. Para mí, Camarasa es más ese medio mixto de defender y atacar y al mismo tiempo nos está dando un gran rendimiento como media punta.

¿Ves al equipo con posibilidades en la Final de Copa contra el Barsa? Queremos terminar con la sensación que hemos tenido todo el año. Sabemos que es un partido difícil, pero en un partido siempre tienes tu chance y hay que trabajar para aprovecharla. Está claro que contra el Barsa hay que hacer todo bien para tener más posibilidades.

¿Me hablas de tu grupo de trabajo? Carlos Compagnucci, el único argentino que me acompaña, viene de Sheffield y estuvo de segundo de Bianchi en Chile, Paraguay, Perú y demás. Xavier Tamarit, al que conocí en el fútbol base del Valencia, hace la táctica del equipo. David Rodríguez es nuestro preparador físico y López Vallejo el entrenador de porteros. Luego en el club hay dos doctores, tres fisios, dietista etc. Pero lo que es el cuerpo técnico somos esos cinco.

Al despedirnos, Pellegrino ha tenido la amabilidad de agradecernos la visita y felicitarnos por nuestro trabajo y por ofrecer una información profesional. Desde RiojaSport valoramos mucho sus palabras y le agradecemos que nos atendiera con tanta amabilidad y honestidad.

 

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