Pedro Azofra

Rincón tauro deportivo

Pelotaris o pelotas

Pedro Mari Azofra

Cuando lean estas líneas ya se habrá jugado “la final de parejas” entre Bengoetxea-Larumbe e Irribarría y Rezusta en el “Miribilla” de Bilbao que en cuatro días se ha puesto a la cabeza para acoger grandes eventos. No puedo evitar un recuerdo al gran alcalde Iñaki Azkuna al que tanta “guerra” di, en privado y en público, para convencerle de que a Bilbao le faltaba un frontón antes de que se fuera Titín.

Volviendo a la “finalísima”, tiene cojones que titulares y comentarios campeoniles se basen en las pelotas. Como si los ponedores pagaran por ver pelotas en vez de por ver pelotaris. Para unos balas saltarinas y para otros lo que se decía antes: pelotas realeras. Que valían un real.

En estos tiempos creo que se puede ofrecer a los pelotaris un material medio que favorezca el juego y la diversión. En ese lote, unas destacarán por votar un cuadro más o menos ¡O un par de ellos! No cuatro o cinco cuadros. No es normal, en mano, que una pelota por muy fuerte y tocada que salga del frontis salte de cinco al rebote... o casi.

Con pelotas normales, unas un poco por arriba y otras por abajo, el pelotari que destaca “dándole” es normal que pase un par de cuadros, o uno más que el contrario y el que sobresale “durmiéndola” tenga ventajas en txoco y dejadas. Pero de ahí a desbordar por atrás o a pasarse de ratoneo va un abismo.

El público quiere enredo y pelea. No que al primer golpe caiga el gachó a la lona o que los zagueros se aburran porque no sale la pelota del uno. No sé cómo anda la técnica del las “tripas”, el hilo y el cuero. Pero el sentido común y el respeto deben imponerse a ventajas cantadas. El público está para pocas monsergas y sospechas de lidia ¡Creo yo!

Diego Urdiales inicia

el 2017 como figura